Una nueva fase

     Bueno pues parece que nuestro hijo ha entrado en otra fase, si con la lactancia me he quedado en cuatro kilos menos de los que pesaba antes del embarazo, con esta nueva etapa es posible que me quede en el chasis. No para de escalar y ponerse de pie en cualquier sitio, en la playa aprendió a gatear (por llamarlo de alguna manera, porque mete una pierna hacia dentro o pone el culo totalmente en pompa o apoya el pie derecho y la pierna izquierda la lleva a la rastra) y avanza hacia todas las zonas de peligro. Me espanta que se mueva agarrado a las cosas y de pie, porque es muy pequeño para intentar andar y luego suele traer consecuencias en la espalda, pero lo peor es que no puedo acolchar toda la casa y el pobre ya se ha llevado más de un coscorrón. También le ha dado por comerse las pelusas de la alfombra, (no se que problema tiene este chico con la comida).
     Muchos días me acuerdo de Mis Mellis y repollete, porque no se cuanto tiempo va aguantar en la cuna sin escaparse. ¿Porque no hacen las cunas más altas?, Así que en unos meses habrá que pasarlo a la cama, espero que no se estampe antes.
     Cambiarle el pañal es otra aventura, una lucha diría yo, intenta escaparse, se da mil veces la vuelta, apaga la luz del baño con la mano o con el pie, mientras su madre o padre con veinte toallitas en la mano intenta limpiar el desaguisado.
     Ya no le podemos dejar sólo ni un instante ni en nuestra cama, antes por lo menos podía dejarle en la cama y yo vestirme en la misma habitación, ahora antes de que me ponga un calcetín, el ya está en el borde de la cama jugandose la vida. 
     Gatea tan rápido que de vez en cuando vuelca, le entusiasma la cocina, le debe atraer tanto cajón por explorar y sólo se está quieto si la lavadora está en marcha queda como hipnotizado. 
     Espero que todos sobrevivamos a esta fase sin muchos cardenales. Un beso.