En la piscina

     Hemos empezado a ir con bebebatallas a la piscina, el primer día creo que tenía yo más miedo que él, ya os comente vía twitter que nuestra primera experiencia con una piscina al aire libre fue un fracaso. No paro de llorar, no aguantó en el agua ni cinco minutos, ni en la grande ni en la de pequeños, (en está última sentado le cubría mucho y entiendo que se agobiara un poco). Además apañarse para vestirte, vestirle, secarte etc.. es una autentica locura si vas sólo y en los vestuarios los cambiadores brillan por su ausencia.
Aún así una que es un poco masoca, decidió apuntar al niño a la piscina cubierta, en teoría es para niños entre uno y tres años pero bebebatallas ha empezado con nueve meses y el resto de niños son más mayores en torno a los dos años.
     Queríamos llevarle a la piscina por varias cosas, que no coja pánico al agua como una servidora, aprendí a nadar tardísimo, que se relacionara con más niños ya que no va a la guardería y lo más importante que creo que es un beneficio para el sistema motor, porque mejora la psicomotricidad.
     Bueno pues el primer día de curso fue para mí un éxito, bebebatallas no se movió en el agua, no quiso ir a por ningún juguete pero no lloro, como veis me conformé con poco. Estar metido en el agua media hora y no llorar me pareció un triunfo.
     Hoy ha sido el segundo día y ha ido con papabatallas, que se ha apañado un poco peor a la hora de cambiarse, ¿Porque claro donde dejas a un niño que no se pone de pie mientras tu te secas y te vistes? Me imagino que es lo malo de la piscina municipal. Bebebatallas tampoco ha llorado pero no ha hecho nada, le han montado en una barquita para que moviera los pies, sin éxito, por lo visto los ha encogido, cerraba los puños y así tenso ha pasado la media hora, claro el pobre se queda frío. Me llama la atención que un niño que no para, que explora absolutamente todo, se quede tan parado, (papabatallas ya está pensando en como acordonar las zonas conflictivas de la casa con agua..jaja). En fin que de momento el éxito se aleja, pero como hemos pagado todo el curso seguiremos insistiendo, espero que poco a poco pierda el miedo al agua, se relaje y disfrute. Si no me imagino que dejaremos de ir, porque tampoco es plan de que lo pase fatal cada vez que va. Cruzaremos los dedos, al fin y al cabo  a la mayoría de los niños les gusta el agua.