Batallitas

     Señores no tengo un niño, tengo un perro de Scottex, en cuanto te descuidas un momento, vemos aparecer a Bebebatallas con un rollo de papel higiénico en cada mano y una cara de felicidad inmensa. Y si le vemos aparecer con los rollos intactos damos gracias, porque por lo general aparece en el salón con ellos desenrollados y todo el pasillo adornado con tiras de papel higiénico. Da igual que le regañes o que cierres el armario, él es capaz de sacar papel por entre las puertas y tirar y tirar. Así que el papel de nuestra casa ha dejado de ser higiénico.
     Hay muchas cosas que no están donde deberían o que directamente han desaparecido. Mete su juguetes a las visitas en el bolso, (ya podía perfeccionar su técnica para sustraer dinero, que está muy mal la cosa). Ahora en serio, el otro día en una pre-celebración navideña, un primo nos cede su habitación para cambiarle el pañal, en lo que saco el cambiador el ya estaba intentado tirar una vela que había en la mesilla, una vez cambiado me voy al baño a lavarme las manos, quité la vela de su alcance y apague la luz para que me siguiera, (de momento lo de que le de miedo la oscuridad es una ventaja), cual es mi sorpresa cuando salgo del baño y me encuentro a bebebatallas en el pasillo con una ristra de preservativos en cada mano, no sabía si reír o llorar,  menos mal que le intercepté y no se presentó delante de toda mi familia con su tesoro en el salón, también espero haberlos escondido en su sitio...
     Y que queréis que os cuente de su instrumento musical preferido, ¿Sus sonajeros? No hombre no, los botes de especias, sobretodo el del sésamo, que luego no encontramos, claro. También he lavado pan en la lavadora, me encuentro sus biberones en la aceitera, me ha desintonizado la tele, ha cambiado el despertador a mi padre despertándole un día a las cuatro de la mañana y un largo etc...
 Pero no todo es malo, también colabora en las tareas de la casa, aunque no sabe bien el orden, coge la ropa recién planchada y la mete otra vez a la lavadora.
     Siempre oí que cuidar a niños era cansado y siempre pensé que físicamente, pero no a mi me mata psicológicamente, hay días que a las diez de la noche tiene una energía desbordante y yo ya no puedo ni pronunciar bien mi nombre y lo peor es que Bebebatallas lo sabe.
     Pasarlo bien.