Y es que me he cansado de llevarle a parques con arena, porque a parte de meterse un puñado en la boca y reírse cuando la arena cruje al masticarla, cosa que me da bastante grima, no muestra interés por los columpios, toboganes o el resto de niños, el busca las fuentes, para señalar, acercarse y repetir hasta la saciedad agua agua.
Así que ya voy a parques donde tienen fuentes de este estilo:
El se apoya en la piedra y se pasa los minutos viendo caer el agua, con una sonrisa de oreja a oreja.
El otro día fuimos a la peluquería a cortarse el pelo, (esta vez sin incidentes) y antes de cortárselo le mojaron el pelo, le ha debido hacer mucha gracia, porque ahora vuelca agua del biberón en la mano y se lo restrega por el pelo tipo gomina...
En fin que lo mismo tenemos un David Meca entre nosotros.
Buena semana.