Prácticamente todo en esta vida tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, vivir en pareja, no tener hijos, el trabajo, etc...y la maternidad no iba a ser menos. No voy a entrar en los pros y contras obvios, pero hay un contra que aparece en cuanto se inicia el embarazo, un compañero que nos acompañara siempre: El miedo.
El miedo a que le pase algo a tu hijo / a, a perderlo, a no verlo crecer, a no saber protegerlo o prepararlo para el mundo que le espera.
A pesar de que uno sabe antes de tener un hijo que va a preocuparse por él y que va a tener que enfrentarse a situaciones complicadas, me temo que no se es consciente de la magnitud de ese miedo que encoge el alma.
No soy capaz de expresar con palabras lo que se llega a sentir cuando el niño / a te da algún susto. En cambio hay cosas que compensan padecer ese miedo, por ejemplo unos de los mejores momentos del día para mí, es cuando el niño se despierta tranquilo y te asomas a su cuna con la habitación todavía en penumbra y al verte, te regala una sonrisa enorme, sin más, sólo con verte allí, si le hablas ya empieza agitar manos y pies, sonriendo y haciendo gorgoritos. No deja de sorprenderme como alguien puede ser tan feliz sólo con verte a su lado.
Y es que creo que los adultos, al final entre las prisas, el trabajo, las preocupaciones, los recados, las cosas por hacer, nos olvidamos de lo que realmente importa la gente que te quiere y está a tu lado.
Hoy el post me ha quedado un poco cursi, lo achacaremos a las hormonas, que ahora puedo usarlas de excusa, jeje. ¡Pasadlo bien!
Pues tienes razón, para mi el contra mayor del embarazo y de ser madre es ese miedo. Pero como tu dices el miedo se olvida cuando ves esa alegría y felicidad que desprenden los peques por las cosas más sencillas.
ResponderEliminarUn abrazo enorme y felicidades por tu blog, me quedo por aquí :)
Laura (baseecho.blogspot.com)
TE ha quedado un post muy cursi, pero tan real como la vida misma... mi recibimiento mañanero por mis niños es el momento más feliz del día....
ResponderEliminarPero es que tienes toda la razón!! A mí también me encanta cuando voy por la mañana a verlos. Es que ya sólo cuando voy por el pasillo y digo "Buenos días!!" ya se empiezan a reír!! A veces hasta lloro y todo de la emoción. Si, la verdad es que es un miedo continuo a que les pueda pasar algo, pero lo compensan con creces con esas sonrisas, muecas o pequeñas cosas que van haciendo cada día. Un beso!
ResponderEliminarLa verdad, es que quitando el "¿está dormida o muerta?" (suena gracioso, pero acojona) no he pasado mucho más miedo, debo ser una inconsciente.
ResponderEliminarA mi los post cursis me gustan y las sonrisas mañaneras son la mejor razón para levantarse :)