La semana pasada fui con bebebatallas y con mi madre a casa de una de mis tías, no solemos ir a su casa, así que pensé que bebebatallas se comportaría, estaría menos desatado en un espacio desconocido, pero no, nada más lejos de la realidad.
Mientras mi tía nos contaba un problema que atraviesa su familia y yo intentaba escuchar, impedía que:
Bebebatallas tirara los adornos de una estantería.
Bebebatallas retorciera las gafas de mi tío.
Tirara un vaso de agua.
Tirara la botella de agua.
Cogiera todas las fotos de las estanterías.
Diera golpes en la mesa con el mando a distancia...
En fin, estaba tan agotada de regañarle y a la vez intentar escuchar (aprovecho para confesar que me dais mucha envidia todos los que decís o escribís que a vuestro hij@ le decís que no toque y no toca, porque a Bebebatallas le da la risa y luego dice "no" con la cabeza, para seguir a lo suyo), que cuando una de las veces bebebatallas abrió una puerta de un mueble bajito y empezó a abrir y cerrar, abrir y cerrar, le dejé. Porque me pareció que por lo menos estaba entretenido y ninguna cosa corría peligro de hacerse cacharritos. Hasta que de repente oigo la voz de mi madre detrás mío, sólo dijo mi nombre, pero con entonación de: "Pero bueno tu estás loca o qué, que tu hijo está dando portazos, en casa ajena, ¡que estará pensando la dueña de la casa!". (Escalofríos me entraron)
Y entonces me vi, mi nueva yo, una de esas madres que siempre he odiado, que se plantan en tu casa con sus vástagos y no les da reparo que te toqueteen los muebles dejando todos los dedos, que salten en el sofá o te toquen los adornos, mientras el dueño de la casa (mi antigua yo), muy educada con sus invitados intenta hacer la vista gorda y reza para que no le rompan nada. Pensé en que seguramente años atrás no me hubiera gustado un pelo que un niñ@ me abriera y cerrara un mueble del salón una y otra vez.
Mientras conducía de vuelta a casa, me pregunté como he llegado aquí, ya se que no es grave pero por algún sitio se empieza y si ahora se me va de las manos, con quince años ni te cuento. Pero sobretodo me dio rabia, verme donde tanto he criticado (si, ya se que lo más castigado es la lengua). Justo hace un año, el hijo de mi prima golpeaba una vitrina de cristal estampando un coche, una y otra vez, mientras mi padre (dueño de lo que contenía la vitrina), casi infartaba con cada golpe, mi prima observaba impasible a su hijo y yo pensé: "Eso jamás lo permitiré". Pues toma.
¡Ayyyyy! La vida cambia...Justo el otro día me decía uno de mis hermanos, que ha sido padre hace poco, que entendía porqué otros de mis hermanos dejaban campar a sus anchas a mis sobrinos, ya que llegaba uno a tal punto de saturación que lo único que quería, inconscientemente, era desconectar.
ResponderEliminarTriste pero cierto, así es. Aunque de verdad que yo espero no descuidarme mucho más. Un beso guapa
EliminarYo siempre he sido de esas. A mi en concreto me pasaba cuando ves a un padre o una madre sentando al bebé en la silla, que se arquea chilla y es imposible sentarlo. Pues bien, me he dado cuenta de que es cierto, que es casi imposible, ¡Qué fuerza tienen los nenes!.
ResponderEliminarNo te martirices. Tú lo haces lo mejor que puedes, unas veces saldrá mejor y otras veces peor, pero es que si el chico es movidito... No significa que con 15 años no te vaya a hacer caso. Aunque yo pienso lo mismo con mi peque. Se la puede dejar sola jugando porque no suele tocar nada que no deba, pero tiene un mal genio impresionante, y últimamente va de rabieta en rabieta. (A menudo pienso que cuando tenga unos pocos años más como será) Y no pienso por eso que lo esté haciendo fatal como madre. La niña tiene caracter y no poco, pero por eso no voy a dar mi brazo a torcer intentaré coregirle cuando lo haga mal, o en el caso de las rabietas ignorarla, porque no le pasa nada, pero habrá cosas que no podremos cambiar. Simplemente intentar hacerlo lo mejor que podamos, auqneu a veces nos encontremos un poco perdidas. Mira yo,por mi profesión siempre he sabido como "intentar educar" a niños de otros claro, pero a veces con la mía no sé como hacerlo, es dificil, pero cuando ves progresos es muy gratificante. No te desanimes!!! Un saludito
Beatriz
No me desanimo, actuo como creo que es mejor, pero quizás a veces falta algo. Fue un shock verme haciendo algo que odiaba... en fin. Un beso y suerte con las rabietas Beatriz.
EliminarBufff, que casi escribo más que tú ¡Cómo me enrrollo! jajaja
ResponderEliminarjaja. Yo encantada
EliminarBienvenida a l maravilloso mundo de las madres que un día dijeron y luego hicieron todo lo contrario...
ResponderEliminarNo te preocues... yo a los míos me paso el tiempo intentando que no toquen las cosas, en mi casa respetan y no tocan lo que no deben, pero cuando van a casa ajena se desvocan un poco más, cuando ya les has dicho 100 veces un "no" es normal que te acomodes y eso no significa nada de nada.
Cuando no somos madres nos es muy fácil opinar o hablar de lo que haremos y de lo que no, pero la realidad es bastante diferente.
Evidentemente no es fácil lograr que un niño esté quieto y sin tocar nada porque su naturaleza les "obliga" a toquetear todo para descubrir el mundo, tu función es explicarle mil veces que si abre y cierra el armario se trizará los dedos y se hará "pupa", pero chica seamos sinceras muchos días o momentos les dejamos hacer porque estamos cansadas o por la razón que sea y eso no significa nada de nada.
Por ejemplo mis niños en casa de sus abuelos paternos hacen lo que les da la real gana porque ellos se lo permiten y porque a mi allí no me dejan ni opinar, en cambio llegan a casa de mi madre y son verdaderos angelotes.
Yo también miraba con asombro a aquellas madres sufriendo las rabietas de sus hijos y pensaba mil y una maldades sobre la pobre madre y ahora me doy cuenta de que educar es difícil y que los niños bienen sin manual de instruciones y que educar es la cosa más complicada que he hecho...
No desanimes y sigue insistiendo en enseñarle, repite y repite... aveces te verás a ti misma como un disco rayado, pero cuando consigas un pequeño logro te volverás loca de contenta.
Al ser tan pequeño, también nos planteamos si nos entiende o si cree que estamos jugando. La verdad es que es muy dificil, como bien dices, todo parece más fácil cuando uno no tiene hijos. Un beso
EliminarAyyyy, cuantas veces nos tragamos nuestras palabras al ser madres!!!! Yo también pensaba como tú, y aún hoy en día trato de que Peque sea lo menos incordio posible para los demás, peeeero, alguna vez me ha pasado exacatamente igual que a ti, y después de liarla mucho le permito algo que me parece "menos malo". Mi truco: si tengo que mantener una conversación con alguien o ir a un lugar comprometido, no me llevo a Peque ;) Jajajaja!
ResponderEliminarBesotes!
Si es un opción, lo malo es cuando no tienes con quien dejarle, yo después de este aviso (por parte de mi madre, creo que si no yo no me habría dado ni cuenta), pondré más empeño en que no se me desboque mucho. Un beso
EliminarPor desgracia esto que cuentas es más habitual de lo que parece. Yo intento que no pase este tipo de conductas, pero hay veces que es imposible, porque les da el momento tonto, o están alborotadas, y aunque les cambio los intereses para que no hagan lo que no tienen que hacer, hay momentos que es horrible.
ResponderEliminarYo creo que a veces me saturo, dice que no, le ofreces algo nuevo que hacer y erre que erre. También es verdad que hay días en que el cansancio hace mella. Un beso
EliminarJajja batallitas qué gracia, a mi creo que me tocará tragarme muchas cosas... eje me hace mucha gracia como cuentas las cosas.. Un besazo guapa.
ResponderEliminarMuchas gracia Netzi. Un beso
Eliminarufff, cuanta razón tienes. y yo voy a entrar en esa fase con mi niño dentro de nada. ay ay ay. yo creo que me hubiera marchado y me hubiera llevado al nene conmigo. no es una solución pero por lo menos evita la situación. en fin... vete diciéndonos cómo evoluciona la cosa y cuándo bebé batallas empieza a escuchar y a hacer caso para saber que hay luz al final del túnel...
ResponderEliminarNo dudes en que si hay luz al final del túnel lo contaré. Sinceramente irte o no llevarle a veces no es una opción, hay que capear el temporal como se pueda, pero a veces es tan difícil...
EliminarNena, en casa de abuelas es imposible que un niño no la líe, tu imagínate que está en una casa llenísima de cosas que no puede tocar, con abuelas que ni fu ni fa, se aburre, y tú agotada obvias el menor de los males, la próxima ya sabes que hay que llevar cosas para él o no llevarle y punto.
ResponderEliminar¿Cosas para él? Pero si había un cesto de juguetes totalmente nuevos, pero el prefiero los adornos de las estanterías, lo mismo piensa ser decorador...jaja
EliminarNo llevarle a veces no es una opción porque la gente también quiere verle. Un beso
Madre mía... yo ya desde luego no voy a casa de nadie, a mí me dan envidia las madres que tienen más de uno y controlan cada situación, los niños se comportan como angelitos y no le hace falta más que una mirada para que se entienda el mensaje.
ResponderEliminarYo tengo tres y la mayor tiene 4 años, la pequeña más o menos como Bebebatallas, 1 año recién cumplidito... para mí no es difícil, es imposible que me escuchen, me entiendan y por supuesto que me obedezcan.
Ah! y sí, sí entienden, son pequeños, pero saben latín y más letras muertas y vivas que tú, sólo que son niños y nosotras lo que suponíamos la màxima autoridad, en todo caso, yo me repito como un mantra para mí misma, por donde pecas, pagas... será el karma??... Igual me lo merezco, jajaja!.