Carnaval de blog

     Después de leer a Yaneth  me he animado a hacer una entrada corta sobre el tema, aunque no creo que este a la altura porque me he reído e indignado a partes iguales,  un montón con su post. Ya sabéis que no tengo mucho tiempo esta semana, de hecho no debería estar aquí, me he venido antes a casa porque me he lesionado en el trabajo, estoy coja. En fin, al tema.


     Me hacen gracia los libros o artículos dedicados a como ser mujer y no morir en el intento, me hacen gracia porque siempre los he considerado más dentro de la ciencia ficción que de los libros de autoayuda, que algunos pretenden ser, algo cómico, que no se asemeja nada a la realidad.
     No creo que exista la mujer perfecta y si no existe la mujer evidentemente el hombre tampoco. Creo que para ser bueno en algo en esta vida lo primero que tienes que ser es feliz, lo que no siempre es fácil. Vamos a mil por hora, cargando con problemas propios y ajenos, pensando en todo lo que queda por hacer o querías hacer y no has hecho porque el día no ha dado de si. Por eso no concibo el llegar a casa y convertime en la esposa / pareja perfecta, que en cuanto oye abrir la cerradura corre a dar las pantuflas a su maridito y a colgar su abrigo, cuando a lo mejor la que ha tenido peor día he sido yo. Lo de las pantuflas me parece genial si es un día por ti otro por mi, pero si no es recíproco na de na.
     Cada pareja tiene sus reglas, sus costumbres y la línea que no están dispuestos a sobrepasar por el otro.
     Como no soy perfecta no espero que mi marido / pareja lo sea. Me conformo con que me quiera, me respete, tolere mis inmundicias y este dispuesto a crecer conmigo. Y en lo más banal que me arrope por las noche, me caliente los pies, me de abrazos a traición cuando me ve por la casa y no me eche la bronca por ir dejando todos los cajones y armarios abiertos. Si los dos conseguimos eso que no es poco, seremos los esposos perfectos para nosotros, porque no valdrá para otras parejas.


     Creo que la frase debería ser como vivir en pareja y no morir en el intento, porque convivir con alguien es un trabajo continuo y complicado.