Este post es un pequeño homenaje a las super mujeres, no me refiero a las mujeres que trabajan fuera, en casa y con niños, si no a las generaciones anteriores. Las cosas han cambiado mucho, por mi trabajo oigo multitud de historias, siempre me sorprende y aprendo mucho Hoy quería traeros algunas.
La primera es de mi abuela que nació en un pueblo pequeño en el que no había ni matronas, ni ginecólogos ni nada de nada, de hecho no conoció a ninguno en su vida. No se si tendrían tantos miedos como tenemos ahora las madres, pero recuerdo que siempre contaba que cuando se puso de parto por primera vez estaba segando, (ahora no me imagino a una mujer embarazada de nueve meses agachada haciendo esfuerzos físicos) y le mandaron al pueblo para que la atendiera una señora mayor que ya no podía trabajar en el campo, le mandaron sola a casa , tuvo que andar cinco kilómetros. El problema llego al intentar cruzar el rio se veía incapaz de hacerlo por los dolores, así que se quedo en la orilla incapaz de pasar, no se lo que se le pasaría por la cabeza pero si en un hospital una tiene reparos y miedos, sola en medio del campo la cosa tiene que empeorar. Menos mal que a una amiga de mi abuela que también estaba segando, se le ocurrió mandar pasada alguna hora a su hija de siete años para ver que tal iba el parto, la niña encontró a mi abuela y le ayudo a cruzar.
Ayer en el trabajo una paciente me contó una historia que me pareció muy dura y que me ha tenido reflexionando. Tiene una hermana melliza y me comentaba que su madre se puso muy mala en el parto por una infección, creían que se moría y como la familia tenía dinero, empezaron a buscar amas para amamantarlas.
Su hermana se quedo en la misma ciudad en la que vivían con un matrimonio que acababa de tener un hijo y a ella se la llevaron a un pueblo para que la amamantara una madre que había perdido a su hija a los pocos días de nacer.
Que duro dar a luz y tener que separarte de tus hijos y dárselos a gente que no conoces para que te los cuide, sin tenerlos cerca, sin poder tocarlos.
Que duro que se te muera un hij@ y que des esa leche a otro bebe.
Su madre se recupero y al AÑO fue a buscarlas, a la que vivían en la misma ciudad la había visto más a menudo. Me comentaba mi paciente, que según su madre biológica, su ama que era la que había perdido a su hija, la escondió para que no se la llevaran, que gritó, lloró y suplicó, pero que su madre biológica volvió a la ciudad con ella. Que duro.
Lo bueno es que mi paciente siempre tuvo relación con esta mujer que la amamantó durante el primer año, que se hacia 40 kilómetros en burro para venir a verla y a la que dice quiso como a una madre.
Sinceramente creo que las mujeres de antes estaban hechas de otra pasta o que la necesidad obliga. Desde luego la maternidad era muy pero que muy diferente.
Si, siempre he opinado lo mismo, las mujeres de antes estaban hechas de otra pasta y también es verdad que actualmente todo se ha facilitado mas pero tengo la mas férrea convicción de que muchas de nosotras no sabemos el alcance de nuestro aguante ni de nuestra "propia pasta", que estoy segura de que es mucho ;)
ResponderEliminarUn besazo!
Creo que tienes toda la razón en cuanto al aguante, pero casi prefiero no ponerme a prueba... Un beso
EliminarCreo que hay que verse en la situación y en la época. En estos tiempos que corren, todavía hay lugares, en los muere muchas mujeres en el parto.
ResponderEliminarMi abuela también me contaba que antes no había tanta "tontería", ella iba al campo hasta que se ponía de parto, y parían en casa, y a los pocos días, otra vez al campo.
Buen finde.
Igual que la mía, era otra forma de vivir totalmente distinta. Buen fin de semana para ti también. Un beso
EliminarVamos de otra pasta indiscutiblemente, que dolor de la madre que se tuvo que separar de las niñas, que dolor de ama que amamantó a esa hija como ella y se tuvo que separar después de haber perdido a un niño.
ResponderEliminary lo de tu abuela vamos, una campeona.
Si, a mi me da mucha pena toda la situación.
EliminarMi abuela contaba una historia parecida en uno de sus partos, ella sola en el campo.
ResponderEliminarYo creo que a las mujeres de ahora nos han convencido de nuestra fragilidad y poca fuerza y nos lo hemos creído.
Nos han hecho creer que necesitamos un montón de cosas y que sin ellas nos resultaría imposible.
Los avances, mejoras y comodidades son buenos. Pero que nadie nos haga dudar de nuestra fuerza y sobretodo no nos lo creamos.
Saludos
estoy de acuerdo con yaneth, que las mujeres nos crecemos ante la adversidad. eso sí, como bien dices, mejor evitar ponerse a prueba, la verdad.
ResponderEliminarDesde luego que cada vez que escucho o leo alguna historia así, pienso en mi propio parto. En otro lugar o en otra época, mi hijo probablemente hubiese muerto.
ResponderEliminarClaro que las mujeres somos fuertes, por eso la naturaleza nos ha dado esa función, pero gracias a la ciencia hoy se salvan muchos bebés y muchas madres.
Si esa madre de mellizas no hubiese tenido dinero, hubiese muerto seguramente.
Opino lo mismo, la ciencia tiene sus cosas buenas salvar vidas pero tambien el parto más medicalizado...
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