De viaje

     Os tengo abandonados, porque hemos estado unos días por Andalucía, más concretamente por Granada y Córdoba, nos liamos un poco la manta a la cabeza y nos fuimos, porque sinceramente si me lo pienso mucho no salgo de casa.
     La experiencia ha sido buena, Bebebatallas se ha portado muy bien, la vuelta fue más dura porque no se durmió nada y me toco dar un recital de canciones infantiles que me ha dejado afónica, (en serio).
     Hemos notado diferencias con la anterior salida, entonces Bebebatallas tenía 8 meses y creo que fue más fácil todo, porque aguantaba más en la silla, era menos inquieto, no ponía aprueba su garganta cada dos por tres chillando para llamar nuestra atención...Ahora con quince meses se cansa y nos ha dejado hechos polvo llevarlo en brazos, porque también se cansaba de la mochila. Quería bajarse al suelo y andar, pero eso significaba parase a observar cada persona que pasa, cada mota del suelo y recular cada tres pasos para observar lo que hemos dejado atrás.
     El tema de la comida ha sido más fácil, poder comer fruta entera, sin necesidad de papilla y jamón york o pavo facilita algo las cosas, aunque cometí el error de dejarme tanto el pavo como la papilla de frutas que había comprado orgánica en el cajón del frigorífico, (ay mi pobre cabeza). Y nos tocó comprar algo e improvisar.
     Hemos cometido el error de ir a sitios que tienen muchas fuentes así que ha repetido hasta la saciedad su palabra favorita "agua", señalando cada fuente. Al principio hace gracia pero cuando llevas cuatro horas y media en la Alhambra la palabra agua nos salía por las orejas. Y no eramos los únicos porque en Córdoba nos paso lo mismo y oí al chico de detrás decir: "Mira ese es igual de plasta que mi hermano".Ja, ja.
     Hemos estado poco en las habitaciones porque como ya os comenté está imparable y eso hace que abra el minibar, el agua del bidé, los cajones de los armarios, descuelgue el teléfono y un largo etc.. que cuando además estas matado de andar y de conducir, no tienes el mismo empeño para decir no.
     Ha añadido a su vocabulario la palabra mama, si quería oírla, pero no me la asocia, para él es como un juego dice mama para que yo conteste "que" y ya hemos entrado varias veces en un bucle en el que se parte de risa y yo no se si reír o llorar.
     En este viaje a descubierto los gatos, persiguió a uno como si no hubiera mañana por los jardines de la Alhambra, que pena me daba (el gato).
     Creo que nada más que resaltar del viaje, prometo ponerme al día poco a poco, porque ahora tenemos todo patas arriba en casa. 
     Un beso y buena semana.