Pequeñas cosas.

     Se me olvidó contar en la entrada de "El paso de los días", un gran avance que quizás no lo sea tanto pero que me entusiasma, los besos.
     Bebebatallas empezó a tirar besos cerca de los diez, nueve meses, pero ahora ya tenemos repertorio de besos, los da en la mejilla, los tira a distancia con la mano, los suelta sin más y es muy muy divertido.
     Que ve que te vas por la puerta, se acerca y te da un beso donde pille, generalmente detrás de la rodilla, que ve que nosotros nos damos un beso pues el desde donde esté nos tira uno a cada uno. Como generalmente lo hace unido a la palabra adiós, los reparte a diestro y siniestro por la calle, en la panadería, al carnicero, vamos que ha salido besucón, por lo menos de momento, que lo mismo luego se vuelve como su padre poco amigo de los dos besos de rigor. 
     Por lo demás sigue con sus trastadas varias, el otro día me ayudaba a poner la lavadora y una vez puesta me di cuenta de que había tirado parte de su ropa a la basura.
     Ahora lo que más le gusta es tirar el agua del biberón y verterla en una cazuela, una botella de agua, la taza del baño, la alfombra, mi bolso y por supuesto una vez que está vacío el biberón se aplaude por el trabajo bien hecho.
     Lo de andar por la calle es otro cantar, siempre va hacia el lado contrario al que quieran ir sus padres, aunque sea cuesta arriba. Y le da igual que avancemos y le dejemos atrás o sólo. Si por un casual papabatallas y yo vamos en direcciones opuestas el coge otro camino para no seguir a ninguno de los dos. 
     Por lo demás seguimos un poco lento en el lenguaje, señala todo y aunque intentamos que aparte de señalar haga el esfuerzo de emitir algún sonido, no lo solemos conseguir porque se frustra enseguida.
     A ver si poco a poco nos aburre de tanto que nos habla. Un beso