Leyendo esta entrada de misovomellizos, me han venido a la mente un montón de recuerdos de mi infancia. Y me repatea que años después los padres no hayamos aprendido nada, nada de nuestra experiencia, al fin y al cabo todos hemos sido niños y hemos jugado algún papel con más o menos acierto. Algunos habrán sido populares, los guapos, los raros, los empollones, los rebeldes... pero ¿Hemos aprendido algo de la experiencia? o por el contrario ¿Seguimos instigando a nuestros hijos para que no tengan una de esas malas etiquetas, pasando por encima de sus gustos, sus preferencias o su personalidad?. En ningún momento estoy hablando de acoso escolar, que creo que es un tema que va mucho más allá y que da bastante miedo.
Evidentemente nadie quiere que su hijo sea "el rarito", (aunque a saber que es ser normal) o que no tenga amigos, que no sepa relacionarse de una manera sana... Quizás una de las razones por las que a los padres nos preocupa tanto, sea porque los niños todavía no tengan las armas o el carácter que nos permiten como adulto enfrentarnos a la sociedad en la que vivimos. Porque reconozcamos, que en el mundo adulto en no pocas ocasiones las etiquetas se repiten, los juicios, los grupitos de gente que hace piña y que resultan infranqueables para cualquiera que venga del exterior, ya sea en la oficina o a la puerta del cole.
Los comportamientos que expresa misovomellizos, de apuntarlos a deportes para que socialicen aunque los niños no quieran practicarlos, de hacerse amigos de los padres para quedar con los niños y que estos tengan con quien jugar, de intentar que no se salgan de la norma, el no destacar para bien o para mal...
Al final no se si eso es bueno, porque primero tendrán que lidiar con este tipo de situaciones toda la vida, no podemos gustar a todo el mundo o fingir ser algo que no somos para conseguir afecto, segundo porque también queremos que nuestros hijos tengan personalidad y en un momento no se dejen arrastrar por la masa o por "malas compañias". Un reto complicado como muchos otros que plantea la educación.
La segunda semana de cole, arrastré literalmente a Nenebatallas al colegio entre gritos y llantos de "no me dejes allí, porque ningún niño me habla, mama que no me habla nadie", ni que decir tiene que después de dejarlo, la que casi lloraba era yo. Pensé hasta cambiar de cole, hablar con la profe, un poco de todo. Unas semanas después se ha normalizado, aunque Nenebatallas es tímido, vergonzoso y eso no va a cambiar. Yo le repito que hay que jugar con todo el mundo, aunque crea que se lo va a pasar mejor solo, porque de todos los niños algo se aprende.
Si yo hago balance de mis años estudiantiles y visto desde la distancia yo he sido una niña algo marginal. Yo no he sido popular, muchas veces no me han invitado a cumpleaños, quedadas o fiestas. Ha habido gente que me ha insultado o se ha metido conmigo, tanto en el cole como en el instituto. He llevado la etiqueta de empollona...Pero señores he sobrevivido y no tengo malos recuerdos, siempre tuve mi grupo pequeño de gente, siempre he conseguido sentirme a gusto. Recuerdo que en el cole no me importaba mucho no tener amigas o juntarme sólo con una niña, porque yo luego llegaba a casa y siempre me sentía querida, arropada y que todo tenía solución.
Mis padres no me impusieron actividades, ni compañias, siempre me animaban a salir y hacer cosas que yo quisiera.
No se cuanto influye la educación en casa. Pero si creo que deberíamos respetar a nuestros hijos, para que ellos se respeten. Observarlos, escucharlos, comprenderlos, mejorar su autoestima, buscar cosas que les motiven, les gusten y los amigos vendrán solos.
Fácil no suena pero yo creo que es mucho peor que uno no se respete a si mismo y acabe metido en cosas perjudiciales o viva una vida que no quiere, a que sea algo "marginal" pero feliz.
Tema complicado, ¿Vosotros que opináis?
Yo en el colegio pasaba desapercibida... no congeniaba con nadie quizá por ser muy madura e iba a mi royo.... cuando fui al instituto elegí uno para empezar de cero donde no conocía a nadie y allí hice mi pequeño y selecto grupo. En la universidad si que conocí mucha gente pero a día de hoy solo mantengo contacto con dos o tres. Es importante relacionarnos pero no a fuerza de fingir ser otro que no somos, no hace falta tener mil amigos pero si amigos bien elegidos y creo que ahí radica el problema. Los padres pretendemos que nuestros hijos no cometan nuestros mismos errores y queremos que sean personas exitosas.... ya sabes aquello de "ten amigos hasta en el infierno" y olvidamos enseñarles lo que implica ser un buen amigo y la importancia de que esa relación sea recíprocra también la importancia de saber perdonar. No te preocupes por tu peque seguro que poco a poco encuentra su espacio, las personas tímidas tienen doble problema pero tal y como dices de adulto nadie vive traumatizado por esas experiencias infantiles.
ResponderEliminarUn besote
Pues yo de pequeña era (y sigo siendo) bastante tímida, y odiaba horrores que mi padre me obligara a hablar con la gente, y sobre todo que dijera delante de todos (conocidos y a los recien conocidos) ¡¡pero habla, que no te van a comer!! pufff yo creo que eso me echaba más para atrás.
ResponderEliminarY un trauma no se si me habrá quedado o si se podrá catalogar como tal, pero a dia de hoy la primera impresión que doy es de ser una persona distante.
Ya tengo edad suficiente para saber cuando hay que ser amable y tal, pero vamos, que realmente solo quiero conocer (no solo de vista, sino conocer a la personal) y tener contacto con la gente con la que me siento a gusto, que no me agobia... y no con todo el mundo como pretendían mis padres.
Ayer mismo me estuve viendo en TED
ResponderEliminaresta charla para mis clases (tiene subtítulos en español si te apetece verla) y creo que tiene mucha relación con lo que cuentas. Yo me identifiqué bastante con lo que dice esta señora.
Vaya duro dejarle así en el cole al principio. Yo me hubiera quedado hecha polvo también, uffff.
Yo supongo que la tendencia natural de los padres es evitar que sus hijos lo pasen mal, quizás que no les suceda lo que a ellos (en el caso de que lo hayan pasado mal), pero lo cierto es que cada niño tiene que pasar por cada etapa de su vida como pueda. Vamos, que puedes ayudarle, pero es él el que tendrá que enfrentarse a su entorno fuera del ámbito familiar día a día. Como bien dices, si por lo menos cuentas con apoyo en casa eso que llevas ganado, pero cada cual es como es y mejor no obligarle a ser diferente a su ser...
ResponderEliminarMuy interesante tu post y la charla que dice Bego, la he visto y me ha gustado. :)
ResponderEliminarYo fui tímida (mucho), introvertida, y se metieron conmigo bastante en el insti. Por suerte también supe encontrar amigos que aún me duran y son mi familia y en ellos me apoyé. En ellos y en mis padres.
Peque es todo lo contrario a mí. Va a un parque y tarda menos de dos minutos en ir a charlar con algún niño y ponerse a jugar con él.
Creo que al final cada uno ha de respetar su forma de ser, confiar en sus hijos y echarles un cable cuando sea necesario. Lo jodido es encontrar el término medio.
Muas!